Ni música en la carne,
ni rastro sobre el suelo sin sol
de la memoria,
ni fibra de sentirme,
estío de mis ramas rosadas de durazno
por qué no me quisiste.
Entonces no tenía más forma ni sustancia
que aquella estremecida
consistencia de amarte.
Remanso en luna nueva,
corola en piel de llanto,
camino a ser y suelta
mi voz en la nevada canción de los naranjos.
De polvo y soplo apenas, levísima
cabría, en una sola gota de altura que bebieras,
en una miga sola del pan de tus sentidos.
Asombro de una sombra prendida
de luciérnagas
mi espacio se abriría recién desde tu huella
mi carne en tu caricia, mis huesos
en el zumo bullido de tu simebra.
Temprana y refulgida,
primer trazo del alba, gozosa
como el grito mordido entre dos bocas,
y pura, como el arpa mirada de las nubes
meciendo sus cadencias de crin
en la montaña.
Racimos inminentes y vinos, la promesa
guardada de mis huertos dormidos todavía.
Letargo de amapolas cantadas de rocío
y un éxtasis de nardo.
Las verdes estaciones de rosas repetidas,
mi largo sueño en alas.
Transcurso del sin tiempo
la pausa intermitente, vacía que entristece
de luces en los pasos ovales de lluvia.
El ámbar de mis hojas, un hondo invierno en vena
y un suelo resignado de ausencias
que perdona.
Matilde Alba SwannLes dejo esta poesía ,que pertenece a una escritora de mi cuidad,espero que les guste .
Buen fin de semana
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